viernes, 3 de julio de 2015

Emdiv Music, ese pequeño gran Festival.

El Emdiv es un festival especial para nosotros. Son muchas las razones que hacen que así sea. Hace un año fue allí donde hicimos nuestras primeras andadas como blogeros -tras un pequeño y fabuloso acústico de Control Stone-, nuestras primeras líneas escritas, nuestras primeras entrevistas (Siberia Band), nuestras primeras fotos... todo. Un año lleno de conciertos, gente nueva y de vivencias, en el que hemos aprendido, hemos crecido pero sobretodo hemos disfrutado con nuevas bandas y hasta nuevos estilos que a veces no sabíamos ni que existían.

Y a medida que avanzaba la primavera, ese pequeño gran festival de un sólo escenario y un sólo día nos hacía esperar impacientes, estar pendientes de qué grupos iban a formar el cartel y cualquier noticia sobre lo que nos iba a deparar en Elda a comienzos del verano.

Por razones personales no pudimos asistir al inicio del Festival, perdiéndonos, por desgracia, al primer grupo en actuar, Copo, a quienes vimos en la Final del Concurso de Bandas del Emdiv y que a juzgar por lo que vimos en aquel certamen celebrado en Conffeti Classics esta pasada primavera, estamos seguros, aún sin haber estado, que no defraudaron en absoluto.

Cuando llegamos al recinto -alrededor de las seis y media- estaban sonando los Fresones Rebeldes, con ese sonido retro tan alegre que nos encantó como inicio del Festival que fue para nosotros.

Procedentes de esos años noventa tan florecientes para la música alternativa en la península, su estilo no ha cambiado nada con los años y ese sonido tan tan popero irradió en nosotros una alegría y un buen rollo que nos acompañaría para el resto del Festival.

Tras acabar Fresones Rebeldes estuvimos largo rato bailando al son de Corrientes Circulares, tan a gusto nos dejaron que perdimos la noción del tiempo...

...y al acabar aún estábamos a media tarde y hacía calor, muchísimo calor, aunque eso no fue impedimento alguno para los asistentes, quienes poco a poco iban llegando en un goteo constante a medida que iba cayendo el sol.

Y tras Corrientes Circulares, subían al escenario Neuman, dando inicio al que iba a ser un brillante -y cañero- concierto.


Un concierto que empezó, a título personal, suave y con tintes de cantautor para ir subiendo de tono, in crescendo, hasta un sonido repleto de caña, de potencia y muy muy lleno con tán sólo una guitarra, bajo y batería. Nunca los había visto en directo y he de decir que me sorprendieron mucho -y para bien- con riffs de guitarra desgarradores, una batería brutal y un bajo lleno de pegada, todo ello con la distintiva voz de de Paco Román.

Con Neuman estuvimos hasta bien entrada la tarde, al acabar su actuación, tuvimos unos minutos de descanso, mientras montaban nuevamente una mesa de mezclas, frente al escenario, en la zona del foso. Unos minutos para coger aire pues la fiesta seguía e iba a durar, mucho más.

En algún momento vimos aparecer al comando Jaggermeister, con sus omnipresentes probetas de laboratorio cargadas de este licor

Al cabo de poco tiempo la mesa estaba montada y a punto, nosotros ya sabíamos a quien le llegaba el turno mientras aguardábamos, no mucho tiempo, hasta que empezó a sonar la música de Cristian Set Roc.

Hablar de Cristian es lo que tiene: sobran las palabras, su estilo es absolutamente único y no hay otro igual, cuando lo oyes sabes que es él, te puede gustar o lo puedes odiar, a nosotros nos encanta. Su música nos hizo bailar y movernos a todos durante buena parte de esa media tarde tan dura allí por el calor.

Tras Cristian Set Roc, vino la parte de Dorian, los más sinfónicos del Festival, con ese sonido suyo oscuro y envolvente, acompañados por una orquesta que hizo que todo sonara aún más lleno, si cabe. Nos dieron un repaso a lo largo de su nutrida discografía como celebración de su décimo aniversario como banda, en un concierto cargado de feeling a raudales.

Al acabar Dorian, ya estábamos de madrugada en el Festival que ahora sí, estaba a reventar hasta los topes por la inmensa cantidad de asistentes que allí se dieron cita.

Pero aún quedaba mucha noche por delante...

… y llegaba el turno de Second.

Mi tercera vez en directo con Second; para mi es un grupo del que te conoces todas sus canciones, sabes muy bien cómo va a ser el concierto y cómo van a sonar... y aún así, siempre tienes ganas de volverlos a ver una vez más. Durante una hora y pico larga sonaron en el escenario de Elda todas esas canciones, tan bien conocidas, haciéndonos vibrar y dejándonos un inolvidable recuerdo mientras aguardamos a la espera de la grabación de su nuevo disco.

Para el final del concierto, Sean Frutos nos dijo que se iban sin tocar Rincón Exquisito... era mentira como podéis imaginar y de esa forma tan sublime, y como yo al menos creo que todos deseábamos, dieron fin a su actuación.

Tras Second venía lo que para nosotros iba a ser la parte última del Festival, La Habitación Roja que, bajo el lema ''20 años no es nada'' nos demostraron que están en plena forma regalándonos un conciertazo lleno de energía, en un brillante final como último grupo en tocar en el Festival.




Muy animado, tanto por los músicos como por el público, ya que nadie pudo escapar de la fiesta que nos dieron y que nos hizo movernos a todos, con todo el grupo tocando de forma sublime y un Jorge Martí en pleno apogeo y que así nos demostró a lo largo y y ancho de toda la actuación, con una brillante voz, una conexión con el público pocas veces vista y que tuvo como colofón final su ''trepada'' por una de las torres del escenario mientras cantaba ''Ayer''.

Llegados a este punto, con un muy buen sabor de boca por todo lo allí vivido y aún conmocionados por esta grandísima última actuación, llegaba para nosotros el final del Festival, el trabajo, el cansancio y los asuntos personales así lo motivaron. Tras la Habitación Roja venían Vincent Valera, Plan B y Meneo. Lamentablemente no pudimos verlos.

Como conclusión: llegamos con retraso al Festival, por razones personales, nos perdimos a Copo, así como toda la parte final de Dj's tras La Habitación Roja; aún así, disfrutamos de un festival increíble por decir poco, si acaso aún mejor que la edición anterior. Tras nuestras dos experiencias en Elda sólo podemos decir una cosa: el Emdiv es lo que más nos gusta del año y esperamos ya, el último fin de semana de junio del año que viene...