Emdiv Music, ese pequeño gran
Festival.
El Emdiv es un festival especial para
nosotros. Son muchas las razones que hacen que así sea. Hace un año
fue allí donde hicimos nuestras primeras andadas como blogeros -tras
un pequeño y fabuloso acústico de Control Stone-, nuestras primeras
líneas escritas, nuestras primeras entrevistas (Siberia Band),
nuestras primeras fotos... todo. Un año lleno de conciertos, gente
nueva y de vivencias, en el que hemos aprendido, hemos crecido pero
sobretodo hemos disfrutado con nuevas bandas y hasta nuevos estilos
que a veces no sabíamos ni que existían.
Y a medida que avanzaba la primavera,
ese pequeño gran festival de un sólo escenario y un sólo día nos
hacía esperar impacientes, estar pendientes de qué grupos iban a
formar el cartel y cualquier noticia sobre lo que nos iba a deparar
en Elda a comienzos del verano.
Por razones personales no pudimos
asistir al inicio del Festival, perdiéndonos, por desgracia, al
primer grupo en actuar, Copo, a quienes vimos en la Final del
Concurso de Bandas del Emdiv y que a juzgar por lo que vimos en aquel
certamen celebrado en Conffeti Classics esta pasada primavera,
estamos seguros, aún sin haber estado, que no defraudaron en
absoluto.
Cuando llegamos al recinto -alrededor
de las seis y media- estaban sonando los Fresones Rebeldes, con ese
sonido retro tan alegre que nos encantó como inicio del Festival
que fue para nosotros.
Procedentes de esos años noventa tan
florecientes para la música alternativa en la península, su estilo
no ha cambiado nada con los años y ese sonido tan tan popero irradió
en nosotros una alegría y un buen rollo que nos acompañaría para
el resto del Festival.
Tras acabar Fresones Rebeldes estuvimos
largo rato bailando al son de Corrientes Circulares, tan a gusto nos
dejaron que perdimos la noción del tiempo...
...y al acabar aún estábamos a media
tarde y hacía calor, muchísimo calor, aunque eso no fue impedimento
alguno para los asistentes, quienes poco a poco iban llegando en un
goteo constante a medida que iba cayendo el sol.
Y tras Corrientes Circulares, subían
al escenario Neuman, dando inicio al que iba a ser un brillante -y
cañero- concierto.
Un concierto que empezó, a título
personal, suave y con tintes de cantautor para ir subiendo de tono,
in crescendo, hasta un sonido repleto de caña, de potencia y muy muy
lleno con tán sólo una guitarra, bajo y batería. Nunca los había
visto en directo y he de decir que me sorprendieron mucho -y para
bien- con riffs de guitarra desgarradores, una batería brutal y un
bajo lleno de pegada, todo ello con la distintiva voz de de Paco
Román.
Con Neuman estuvimos hasta bien entrada
la tarde, al acabar su actuación, tuvimos unos minutos de descanso,
mientras montaban nuevamente una mesa de mezclas, frente al
escenario, en la zona del foso. Unos minutos para coger aire pues la
fiesta seguía e iba a durar, mucho más.
En algún momento vimos aparecer al
comando Jaggermeister, con sus omnipresentes probetas de laboratorio
cargadas de este licor
Al cabo de poco tiempo la mesa estaba
montada y a punto, nosotros ya sabíamos a quien le llegaba el turno
mientras aguardábamos, no mucho tiempo, hasta que empezó a sonar la
música de Cristian Set Roc.
Hablar de Cristian es lo que tiene:
sobran las palabras, su estilo es absolutamente único y no hay otro
igual, cuando lo oyes sabes que es él, te puede gustar o lo puedes
odiar, a nosotros nos encanta. Su música nos hizo bailar y movernos
a todos durante buena parte de esa media tarde tan dura allí por el
calor.
Tras Cristian Set Roc, vino la parte de
Dorian, los más sinfónicos del Festival, con ese sonido suyo oscuro
y envolvente, acompañados por una orquesta que hizo que todo sonara
aún más lleno, si cabe. Nos dieron un repaso a lo largo de su
nutrida discografía como celebración de su décimo aniversario como
banda, en un concierto cargado de feeling a raudales.
Al acabar Dorian, ya estábamos de
madrugada en el Festival que ahora sí, estaba a reventar hasta los
topes por la inmensa cantidad de asistentes que allí se dieron cita.
Pero aún quedaba mucha noche por
delante...
… y llegaba el turno de Second.
Mi tercera vez en directo con Second;
para mi es un grupo del que te conoces todas sus canciones, sabes muy
bien cómo va a ser el concierto y cómo van a sonar... y aún así,
siempre tienes ganas de volverlos a ver una vez más. Durante una
hora y pico larga sonaron en el escenario de Elda todas esas
canciones, tan bien conocidas, haciéndonos vibrar y dejándonos un
inolvidable recuerdo mientras aguardamos a la espera de la grabación
de su nuevo disco.
Para el final del concierto, Sean
Frutos nos dijo que se iban sin tocar Rincón Exquisito... era
mentira como podéis imaginar y de esa forma tan sublime, y como yo al menos creo que todos deseábamos, dieron fin a su actuación.
Tras Second venía lo que para nosotros
iba a ser la parte última del Festival, La Habitación Roja que,
bajo el lema ''20 años no es nada'' nos demostraron que están en
plena forma regalándonos un conciertazo lleno de energía, en un
brillante final como último grupo en tocar en el Festival.
Muy animado, tanto por los músicos
como por el público, ya que nadie pudo escapar de la fiesta que nos
dieron y que nos hizo movernos a todos, con todo el grupo tocando de
forma sublime y un Jorge Martí en pleno apogeo y que así nos
demostró a lo largo y y ancho de toda la actuación, con una
brillante voz, una conexión con el público pocas veces vista y que
tuvo como colofón final su ''trepada'' por una de las torres del
escenario mientras cantaba ''Ayer''.
Llegados a este punto, con un muy buen
sabor de boca por todo lo allí vivido y aún conmocionados por esta
grandísima última actuación, llegaba para nosotros el final del
Festival, el trabajo, el cansancio y los asuntos personales así lo
motivaron. Tras la Habitación Roja venían Vincent Valera, Plan B y
Meneo. Lamentablemente no pudimos verlos.
Como conclusión: llegamos con retraso
al Festival, por razones personales, nos perdimos a Copo, así como
toda la parte final de Dj's tras La Habitación Roja; aún así,
disfrutamos de un festival increíble por decir poco, si acaso aún
mejor que la edición anterior. Tras nuestras dos experiencias en
Elda sólo podemos decir una cosa: el Emdiv es lo que más nos gusta
del año y esperamos ya, el último fin de semana de junio del año
que viene...